Quién va a Sevilla, pierde la silla.

Eso es lo que le ocurre a esta par de señoras que estaban sentadas en un bolardo de acceso a alguna calle de Sevilla, mira que hay sitios donde sentarse, pero no… Ellas decidieron sentarse encima de los bolardos de acceso que suben y bajan cada vez que un coche necesitas acceder.

No contaban con picaresca de unos chavales que estaban sentados en la terraza de un bar, se percataron del lo que iba a ocurrir, y claro, que mejor que coger el móvil e inmortalizar tan gracioso momento.

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