Es verdad, aparcar no es fácil. A veces hay que maniobrar repetidamente para acabar ubicando el coche donde uno pretende. Y todavía es más difícil si el estacionamiento es reducido y la calle donde se quiere dejar el automóvil es estrecha. Pero nada de esto ocurre en el ejemplo que aquí presentamos. La vía es ancha y el lugar donde aparcar generoso.
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